Aunque se sabe de sobra que la antropometría es un gran método para determinados clientes, contextos y donde se pueda emplear más tiempo, consideramos que en cualquier clínica es básico tener una báscula de bioimpedancia. En una clínica donde prevalecen muchos pacientes con obesidad, la antropometría no siempre es la mejor opción. Apoyamos y abogamos por la bioimpedancia en las consultas.
Aquí os dejaremos unas pautas para conseguir la mayor exactitud posible en los test en básculas de biompedancia adaptado de Alvero-Cruz et al. (2010):
No comer ni beber en las 4 horas previas al test.
No realizar ejercicio extenuante 12 horas previas al test.
Orinar al menos 30 minutos antes del test.
No consumir alcohol 48 horas antes del test.
No tomar ningún tipo de diurético 1 semana antes del test.
Para mujeres: No realizar la bioimpedancia en fase lútea (retención de líquidos).
Retirar todos los elementos metálicos del cuerpo (anillos, relojes, pulseras, pendientes, etc).

Si pasas consulta, te habrás dado cuenta que muchas de estas recomendaciones no pueden cumplirse en todas las citas por cambios de horarios de las consultas, porque al paciente se le ha olvidado hacer alguna de ellas o, porque, simplemente, al profesional se le ha olvidado comunicarle al paciente que intente cumplir todas y cada una de las recomendaciones.
Aún cumpliéndose todos esos requisitos, las básculas de bioimpedancia fallan, al igual que la antropometría, e incluso los DEXA (menos, obviamente). Por ejemplo, pueden fallar mucho si el paciente ha comido/bebido un volumen superior o inferior de comida/bebida.
Como experiencia personal, suelo medirme 3-4 veces a la semana en la InBody 230 que tenemos en la clínica, y siempre ocurre lo mismo: 2 mediciones perfectas y concuerdan con las de la semana pasada; y 1-2 no concuerdan (incluso intentando por todos los medios que sea en las mismas condiciones de ingesta). Pero factores como el líquido bebido, carbohidratos o sodio, pueden hacer variar.
Sin embargo, si tienes conocimientos de la báscula y conoces tips como los anteriores, son una gran herramienta para la valoración de la composición corporal de los pacientes.