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Socialmente existe un respeto extremo por los profesionales de la medicina. Es normal, ya que, entre otras muchas funciones, los médicos ejercen su trabajo salvando, literalmente, vidas humanas. Eso se premia y hay que premiarlo.
Existen muchísimas especialidades oficiales dentro de la medicina, pero también existen «especialidades coloquiales» que se les da al médico solo por el hecho de ser médicos. Por ejemplo, si hablamos de mi campo, la nutrición y los alimentos, todavía mucha gente piensa que son los mayores expertos y deberían de tener conocimientos amplios en nutrición, dietética o ciencia de alimentos. Lo cierto es que, a excepción del especialista en Endocrinología y Nutrición, un Graduado en Medicina estudia muy poco sobre nutrición en la universidad. Y eso no quiere decir que sea malo. Solo que, como cualquier profesional, es experto en sus campo, no en todos. En los últimos años el médico ha sido muy criticado por esto, pero soy de los que opina que el médico no tiene culpa en cuanto a las fuertes críticas que recibe de muchos sectores, a excepción de casos que siguen sin actualizarse ejerciendo y dando consejos nutricionales sin tener ni idea del tema, exactamente como si un nutricionista se pusiese a hablar y aconsejar de fisiopatología teniendo conocimientos muy básicos o la moda que existe actualmente de algunos fisioterapeutas pautando y aconsejando sobre dietética (seguro que tú también conoces a alguno).
Creo que el problema no es de los médicos, sino de la sociedad y del Sistema. Estos les han impuesto demasiados deberes y responsabilidades a un profesional que ha tocado muchísimos aspectos y temáticas de la salud en 6 años, y que a excepción de las especialidades, no pueden ser expertos en nada. No pueden saber profundamente de todo. Es imposible. Sin embargo, la sociedad impone que así sea. No olvidemos que hasta hace muy poco, el médico era el único profesional que se encargaba de la nutrición de las personas, incluso ya existiendo las profesionales de Diplomado en Nutrición Humana y Dietética (desde 1998) o Técnico Superior en Dietética (desde 1995). Por eso todavía mucha gente acude al médico para mejorar su alimentación.
A colación de lo anterior, y conociendo la gran responsabilidad que poseen la mayoría de médicos, han sido y son una de las profesiones más respetadas. De hecho, en consultas médicas muy pocos son los pacientes que no se dirigen al médico como «doctor». Pero… ¿un médico es un «doctor» aunque no tenga un doctorado?
¿Qué es un Doctor/a (Dr / Dra)?
Un doctor es una persona que ha logrado obtener el máximo grado académico a través de un Programa de Doctorado (regulado por el Real Decreto 99/2011). Para poder acceder y cursar ese grado académico, previamente hay que realizar un Grado Universitario + Máster Universitario, o bien Licenciatura (5 años).
¿Qué es un médico?
Un médico es un profesional sanitario titulado en el Grado en Medicina o en la antigua Licenciatura en Medicina y Cirugía.
¿Un médico también es «doctor», no?
Un médico puede ser doctor, por supuesto… Siempre que posea un Doctorado.
Sin embargo, coloquialmente, a un Graduado o Licenciado en Medicina suele autodenominarse o se les suele denominar como «Doctor/a». Realmente, si el médico no posee un doctorado, no será «doctor/a», pero es una mención cotidiana aceptada, incluso en otros muchos países. Por ejemplo, en EEUU, un médico se denominaría Medical Doctor (MD) y a un doctorado Doctor of Philosophy (PhD).
La médica y Dra. en Medicina Esther Samper escribe en este artículo que el origen de esta equivocación de llamar «doctor» a un médico sin doctorado puede deberse a dos causas:
Error en la percepción de la carrera universitaria de medicina, dada su duración extra.
Puede que el origen sea consecuencia del enorme volumen de conocimientos que se tienen que adquirir en la carrera lo que hizo que se le diera ese apelativo extra y la palabra derivase directamente del término Docto, ta y no tuviera en principio nada que ver con el doctorado: Docto, ta. (Del lat. doctus, part. pas. de docēre, enseñar). adj. Que a fuerza de estudios ha adquirido más conocimientos que los comunes u ordinarios.
Además, de forma coloquial, la Real Academia Española (RAE), bajo la actualización de 2019, acepta que a un médico, dentista, podólogo u otro profesional que ejerza técnicas terapéuticas (como un dietista-nutricionista) se le puede denominar «doctor». Un doctor es un «médico u otro profesional especializado en alguna técnica terapéutica, como el dentista, el podólogo».
La antigua definición de 2001 de la RAE de «doctor» era: «médico, aunque no tenga el grado académico de doctor».
Pero no olvidemos que la RAE no es un organismo oficial académico. Lo que RAE exponga sobre estos temas no tiene ningún tipo de validez. De hecho, podéis comprobar cómo cambió la definición de 2019 respecto a la de 2001.
Conclusión
De forma coloquial, a un médico, podólogo o dentista se les puede denominar «doctor». De hecho, basándonos en esta definición de la RAE, en la que incluye «técnica terapéutica», hasta un dietista-nutricionista, dietista o fisio podría denominarse como «Doctor», pero estricta y realmente, sin un doctorado, no lo son. De hecho, cualquier persona que posee un doctorado conoce su complejidad, y muchos consideran que es una falta de respeto y egocentrismo autodenominarse «Doctor» sin serlo. Otra cosa es que la sociedad te llame como tal por desconocimiento. ¿Tú qué piensas?
Bibliografía